Los alumnos despertaran los cinco sentidos a partir de la interacción con la flora del Jardín. El perfume de las flores, los sonidos de los pájaros o el viento pasando entre las ramas, las diferentes hojas, el tacto de las semillas o el sabor de algunas frutas, periten desarrollar las capacidades cognitivas, sensoriales y de reconocimiento de una forma interactiva.