Un equipo de investigación ha descubierto en Banyalbufar (Serra de Tramuntana, Mallorca) huellas fosilizadas, hasta ahora desconocidas por la ciencia, atribuidas a un gorgonopsio. Este grupo de depredadores de dientes de sable del Pérmico está emparentado con los antepasados de los mamíferos. Las huellas, de entre 270 y 280 millones de años de antigüedad, se han encontrado muy cerca de los restos óseos de este animal y han permitido reconstruir su manera de caminar, más parecida a la de los mamíferos que a la de los reptiles. El hallazgo se ha publicado en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology.
En los últimos años, Mallorca ha proporcionado fósiles excepcionales del periodo Pérmico, con una antigüedad comprendida entre 270 y 280 millones de años. Entre ellos destacan el hallazgo de Tramuntanasaurus (una nueva especie de reptil descrita en 2023) y, más recientemente, el descubrimiento de un esqueleto parcial de un gorgonopsio, el terápsido más antiguo que se conoce hasta la fecha. Los gorgonopsios fueron formidables depredadores con dientes de sable, de aspecto parecido al de un perro, aunque sin orejas ni pelo.
El estudio ha sido llevado a cabo por investigadores del MUCBO | Museu Balear de Ciències Naturals, el Staatliches Museum für Naturkunde Stuttgart (SMNS), el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y el Museu de la Conca Dellà (MCD). En él se describen huellas fosilizadas halladas en la misma unidad de rocas de Banyalbufar (Mallorca) donde hace algunos años se recuperaron restos óseos de un gorgonopsio.
Las huellas fósiles, o icnitas, son muy útiles para entender cómo los organismos extintos se movían e interactuaban con su entorno. Las que se han descrito en Mallorca presentan una forma y un patrón muy peculiares, desconocidos hasta ahora en el registro fósil. Esto ha llevado a los investigadores a darles un nombre científico propio, un icnotaxón nuevo para la ciencia: Algarpes ferus. Los icnotaxones son los nombres científicos que se asignan a cada tipo de huella fósil.
El análisis de la forma de las huellas y de su posición relativa en los rastros han permitido identificar al animal que las produjo: un gorgonopsio. “Encontrar huellas y huesos en las mismas capas de roca es extremadamente raro en el registro fósil, y que además puedan correlacionarse lo es aún más”, explica Eudald Mujal, coautor principal del estudio e investigador del Museo de Historia Natural de Stuttgart (Alemania).

Arriba, reconstrucción del gorgonopsio caminando en su hábitat (autor: Henry Sutherland Sharpe©).
Abajo, comparación de la huella con el esqueleto del pie reconstruido (izquierda) y silueta de un gorgonopsio en movimiento basada en las huellas preservadas (derecha)
Las huellas muestran que el animal tenía los pies notablemente más grandes que las manos, con dedos robustos que terminaban en garras prominentes. Sus rastros indican que caminaba con las patas en posición vertical, situadas prácticamente bajo el cuerpo, y que daba pasos muy largos, una característica excepcional en fósiles tan antiguos. Según Rafel Matamales, coautor principal del estudio, paleontólogo y conservador del MUCBO | Museu Balear de Ciències Naturals, en Sóller (Mallorca), “esta postura corporal se asocia a animales más próximos a los mamíferos que a los reptiles”. Hasta ahora, en el registro fósil esta característica solo se había identificado en huellas de terápsidos más modernos. “Una vez más, los fósiles del Pérmico de Mallorca aportan datos clave sobre la evolución de los antepasados de los mamíferos, en este caso sobre su modo de caminar”, concluye Matamales.
El paso de una postura corporal con las extremidades extendidas lateralmente a una postura con las patas situadas verticalmente bajo el cuerpo representa una innovación fundamental asociada al éxito evolutivo de varios grupos de vertebrados, como los terápsidos y los dinosaurios. Esta transformación anatómica permitió una locomoción más eficiente, facilitando una mejor movilidad y la explotación de distintos hábitats. Por ello, el descubrimiento de esta nueva evidencia fósil en Mallorca es clave para comprender la proliferación y dispersión global de los antepasados de los mamíferos durante el Pérmico, ya que refleja un momento crucial en la evolución del movimiento, lo que contribuyó a su éxito posterior.
Artículo original:
Rafel Matamales-Andreu, Eudald Mujal, Àngel Galobart, Josep Fortuny. (2025). Track-trackmaker correlation of co-occurring gorgonopsian bones and footprints from the early–?middle Permian of equatorial Pangaea. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology 677: 113174. https://doi.org/10.1016/j.palaeo.2025.113174
